domingo, 30 de septiembre de 2012

LOS PEONES DEL AJEDREZ

Ayer fui a la manifestación que había enfrente de la embajada de España en Londres, y me encontré un grupo de gente activa, que ha hecho que me implique a partir de ahora en el movimiento 15M en Londres. Habría unas 100 personas, quizás parezcan pocas, pero teniendo en cuenta que estamos fuera de España y la corriente individualista que navega por esta ciudad, creo que está muy bien. Además la gente que lleva tiempo organizando estas acciones, igualmente se sorprendió de la gente que acudió a la convocatoria. Parece ser que en protestas anteriores eran bastantes menos y estaban empezando a ser afectados por una pequeña corriente de desilusión al ver que seguían siendo los mismos o cada vez menos. Ayer había dos círculos de gente en la asamblea que se realizo tras la manifestación, antes no llegaban a una fila. Quiero decir con esto que la lucha es una carrera a largo plazo y hay que ser constantes y perseverantes. Aunque a priori podamos pensar: "¿Y que puedo hacer yo? ¿Que vamos a conseguir yendo a manifestaciones? Sí al final van a hacer lo que quieran..." Pues no, grano a grano se hace una montaña y cuando seamos cumbre miraremos al establishment desde arriba, no desde abajo. Parece una utopía, pero las utopías hacen camino hacía un mundo más justo, aunque su propio significado implique la no consecución plena de los objetivos planteados. Y parafraseando a Desmond Tutu, "Si eres neutral en situaciones de injusticia, has elegido el lado opresor". La inactividad juega en nuestra contra, el que calla otorga. No hablamos ni de derecha ni de izquierdas, somos los de abajo y vamos a por los de arriba. Claro está que la gente de izquierdas es la que se echa a la calle, el otro lado de la acera vive con sus privilegios o situaciones cómodas frente al resto.

Y aunque creamos lo contrario, la policía también son los de abajo. Voy a clavar una lanza en su favor, pero condicionada. Al igual que no se puede criminalizar a la gente que va a las manifestaciones de forma pacífica, por cuatro personajes que quieran romper esta armonía (aunque como se ha visto en las imágenes del 25S, eran, más que probables, policías infiltrados encargados de dar el pistoletazo de salida a las cargas policiales), no podemos decir que todos los policías tienen esa vena represiva y violenta. Solo vemos a los pro-disturbios dando estacazos sin sentido y no tenemos en cuenta la labor que realizan otros muchos policías deteniendo mafias del este de Europa, tráfico de personas o simplemente cuando tienes un robo acudes a ellos. Ahora bien, echo en falta, mucha mucha falta, un movimiento por su parte, un decir basta ya. No entiendo que no se movilicen, que no sean capaces de pensar por sí mismos (aunque quizás los enseñan a eso) y plantearse si realmente están llevando a cabo una acción ética en toda esta amalgama de revueltas sociales. Porque a ellos también los están recortando el sueldo, pero parece ser que todavía no es suficiente. Cuando he hablado con algún conocido policía, se amparan en el mantenimiento del orden público y en la ley, pero una ley no implica que sea justa, es solo una serie de reglas establecias, pero en este caso, dirigidas a la protección del poder frente al pueblo. Y me cuesta creer que no sean conscientes de lo que están haciendo, pero se ven paralizados por la propia naturaleza jerárquica de su formación. Si la policía diera un paso al frente y se plantara ante el gobierno, la situación cambiaría y mucho. Si en las manifestaciones se pusieran del lado del pueblo, que por otra parte juraron proteger pero todo es papel mojado, estoy 120% seguro de que no habría ningún tipo de altercado público, ya sea destrucción de mobiliario público o la toma literal del congreso. Porque ahora mismo hay una corriente de señalar al violento, y sería tan fácil que la propia policía, al frente de una manifestación, castigara al violento, porque en caso de que apareciera algún descerebrado, la gente lo señalaría, identificaría entre la masa, y sería arrestado. Y seríamos el pueblo de verdad unido y jamás seríamos vencidos. Somos más, la mayoría, y la razón está de nuestra parte. Somos los peones del ajedrez y vamos a romper la partida.

Un saludo a tod@s.

jueves, 20 de septiembre de 2012

INTROSPECCIÓN PASAJERA


¿Somos felices? ¿Cúales son nuestros parámetros para medir la felicidad? Está claro que todos necesitamos el dinero para vivir y disfrutar de ciertos ocios, pero nos han enseñado, desde que eramos pequeños en la escuela y en la sociedad, que necesitamos el dinero para disfrutar, para comprar esos artículos que desde la televisión nos bombardean a diario. Se asocia hábil y publicitariamente la palabra disfrutar con comprar, cuando los mejores momentos de nuestra vida no tienen nada que ver con el dinero. Me explico. Puedes comprarte la última PlayStation, con un juego de alucinantes gráficos y una historia que engancha y te adentra en un mundo asombroso de hadas,castillos, héroes y villanos. No estoy diciendo que esté en contra de las videoconsolas y que nadie debería hacer uso de ellas, pero para gente con una cierta edad y perspectiva clara y definida de las distintas fases de la vida, estoy seguro que recuerdan mucho mejor las pachangas de futbol después del colegio, trastadas infantiles, primeras fiestas adolescentes (y no tan juveniles), el día en el campo con tus amigos, las risas de situaciones peculiares del día a día, las miradas furtivas de dos tontos adolescentes, el placer del contacto con otro cuerpo humano...y todo esto no vale dinero, o al menos, una cantidad que no supone un esfuerzo économico.

Estamos encauzados hacia una vertiente exceso-consumista, en la cual, si no participas de sus valores eres señalado y apartado del rebaño. Porque eso es lo que parecemos, un rebaño de ovejas que donde va una, van las otras. Y nos han enseñado que hay que despreciar al que se sale del camino, que no debemos seguir otro camino que el establecido porque no hay otra alternativa para alcanzar la felicidad y el placer. Estamos programados, tenemos miedo a los cambios, a lo diferente, a la pérdida de una falsa seguridad, a romper con lo establecido porque perderemos lo que tenemos. ¿Pero qué es lo que tenemos? Lo que nos han dado, no lo que hemos creado nosotros. Y eso que tenemos, ¿es lo que queremos? Creo que no sabemos ni lo que queremos, tomamos las opciones más atractivas que vemos, que nos ofrecen, pero no son motivadas ni tienen su origen en impulsos, sensaciones, aspiraciones o deseos propios sino, que pertenecen a una serie de ideas preconcebidas y encaminadas a mantenernos dentro de unas directrices marcadas por intereses económicos y comerciales, nada más que eso. Hace unos años, en pleno boom económico español, sino comprabas un piso estabas desaprovechando una gran oportunidad, no estabas triunfando en la vida porque no serías NADIE si no tenías ese piso, desperdiciando tu vida y llegando al final de ella sin tener nada. ¿Nada de qué? ¿Porqué tengo que tener una casa? ¿Porque era el valor establecido, en ese momento, como calibrador del nivel de felicidad y triunfo en la vida? ¿Qué significa triunfar en la vida? Tener posesiones, es lo que nos han enseñado. Si ese fuera uno de los valores-objetivo a alcanzar, en poco más de 5 generaciones deberíamos haber edificado todo el territorio, si cada uno teníamos que tener una casa...algo fuera de toda lógica.

Para mi, triunfar en la vida acapara únicamente tres puntos:

1-Paz interior: Si no estás a gusto contigo mismo, conocedor de tus defectos, limitaciones y virtudes, difícilmente vas a poder luchar por un objetivo o una meta. La casa no se empieza por el tejado. Para poder respetar y querer a los demás, primero hay que quererse a uno mismo (sin llegar a términos narcisistas, por supuesto), en caso contrario, no se puede tener una mente clara para fijarse un cierto tipo de logros. Claro está que todos tenemos dudas, es innato al ser humano, al igual que la reacción y elección de la mejor opción que nos planteamos. Puedes viajar alrededor del mundo o vivir en lo alto de una montaña aislado, da igual, lo importante es mantener el botoncito verde encendido.

2-Ilusión: En hacer lo que quieras, lo que de verdad creas que es lo mejor para ti. Puedes equivocarte, por supuesto, pero lo harás por ti mismo, no porque nadie te haya dicho lo que "debes hacer" o lo que "es mejor para tí". Los consejos son siempre bienvenidos, pero son eso, consejos y la última palabra la tienes tú, y esa palabra se escribe con tinta de ilusión.

3-El Amor: Creo que es el sentimiento más fuerte y profundo que existe. Y no me refiero a que tengas que tener imperiosamente una pareja sentimental. Se puede sentir amor por tus padres, por una tierra, por la pachamama, por los animales, por el arte, por una vocación. Puedes tener un día horrible en el trabajo, puedes no tenerlo y pasar todo el día buscándolo, puedes no tener dinero para comprar un coche nuevo, una casa o la PlayStation, pero si al final del día hay alguien o algo que te espera, que hace que te relajes, asientas y vuelvas a equilibrar el primer punto, habrás triunfado en la vida.

 Un saludo a tod@s.